Para conservar la pintura, lava el coche regularmente con productos específicos para automóviles, evita la exposición prolongada al sol y aplica cera protectora periódicamente.

Se recomienda cambiar el aceite del motor cada 5,000 a 7,500 kilómetros, pero sigue las indicaciones del fabricante de tu vehículo para un intervalo específico.

Verifica la presión de los neumáticos mensualmente, revisa el desgaste y la profundidad del dibujo, y rota los neumáticos cada 8,000 a 10,000 kilómetros para un desgaste uniforme.

Aspira regularmente el interior, usa protectores para los asientos, evita comer dentro del vehículo y limpia los derrames de líquidos rápidamente para mantener el interior en buenas condiciones.

Sí, es vital. Verifica el nivel y la calidad del líquido de frenos cada cierto tiempo. Consulta el manual del propietario para conocer el procedimiento adecuado.

Limpia regularmente los faros delanteros y traseros para mantener su brillo, y reemplaza las bombillas fundidas inmediatamente para garantizar una visibilidad adecuada.

Limpia los bornes de la batería regularmente, asegúrate de que estén ajustados y evita dejar luces o accesorios encendidos cuando el motor está apagado.

Utiliza el sistema regularmente para evitar la acumulación de hongos y bacterias. Cambia el filtro del habitáculo según las indicaciones del fabricante.

Aspira los tapetes regularmente y, si es posible, límpialos con agua y jabón suave. Evita usar productos que puedan dañar su textura o color.

El mantenimiento regular asegura un funcionamiento óptimo, prolonga la vida útil del vehículo, previene averías costosas y garantiza la seguridad en carretera.